La economía costarricense crece a ritmo firme 4.8%: Zonas francas y servicios lideran el dinamismo

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La economía de Costa Rica atraviesa uno de sus mejores momentos recientes. Según datos oficiales del Banco Central de Costa Rica (BCCR), el país registró un crecimiento del 4,8% interanual en el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) en agosto de 2025, lo que representa el ritmo más alto en más de dos años. Este repunte económico ha despertado optimismo entre analistas, empresarios y trabajadores, quienes reconocen los motores detrás de esta dinámica positiva.

Motores del crecimiento: El papel clave de las zonas francas

El régimen de zonas francas ha sido el gran protagonista del crecimiento nacional. Estas áreas especiales registraron un espectacular aumento del 18,1% en su actividad durante el período analizado, llegando a aportar el 54% del crecimiento total. Sectores como la manufactura médica, maquinaria y metales destacan en este impulso exportador.​

PROCOMER resalta que las zonas francas ya generan aproximadamente el 15% del PIB costarricense, concentran una parte importante de las exportaciones y brindan empleo directo o indirecto a cerca de 265,000 personas. Además, este régimen impulsa la innovación, la movilidad social y crea un efecto dinamizador en numerosos proveedores locales.

Servicios en auge y diversidad económica

Los servicios también muestran un fuerte dinamismo. El BCCR indica que este sector creció un 4,4%, con un salto sobresaliente en los servicios profesionales y administrativos (7,8%), así como en transporte y almacenamiento (6,2%) e intermediación financiera (3,7%). Estos datos evidencian que la economía costarricense es cada vez más diversa y tiene sólidos pilares más allá del sector productivo tradicional.​

Régimen definitivo: Retos del mercado interno

En contraste, el régimen definitivo —que agrupa la actividad orientada al mercado local— creció un 2,8%. Si bien sigue contribuyendo al crecimiento, enfrenta retos derivados del bajo desempeño de ramas como la agricultura, alimentos procesados, papel y vidrio. Este fenómeno ha abierto el debate sobre la necesidad de fortalecer las cadenas agrícolas y manufactureras para elevar su aporte al desarrollo nacional.​

Proyecciones y voces de expertos: ¿Qué esperar?

Expertos consultados por diversos medios estiman que si Costa Rica mantiene el ritmo en los sectores exportadores y el dinamismo del régimen de zonas francas, el país podría superar las proyecciones actuales para el cierre de 2025 e incluso consolidarse como hub regional de innovación y servicios. Desde el BCCR y PROCOMER, las expectativas apuntan a que el empleo y la inversión continuarán creciendo, siempre que se mantenga la estabilidad política, jurídica y la capacitación del recurso humano.​

Impacto social y territorial

El aporte de las zonas francas no solo se traduce en creación de riqueza. También impulsa el desarrollo social, mejorando empleabilidad, salarios y movilidad social, y generando oportunidades para jóvenes y mujeres en todo el país. Esta evolución ha fortalecido conexiones con proveedores nacionales y ha dinamizado regiones fuera del Valle Central.​

Cierre: Desafíos y oportunidades de cara al futuro

Si bien el escenario es alentador, el país debe enfrentar el reto de diversificar aún más su economía e incluir a los sectores menos dinámicos. Atraer nuevas inversiones, fomentar la innovación y fortalecer los encadenamientos productivos regionales serán claves para sostener el progreso.

La pregunta que deja este buen momento es clara: ¿cómo Costa Rica puede convertir su éxito actual en una plataforma sostenible para las futuras generaciones? La respuesta estará en el trabajo conjunto de todos los sectores, manteniendo una visión de largo plazo y apostando por la cooperación, la educación y la equidad.

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