Alerta roja en el Volcán Poás: Un mes de actividad volcánica sostenida en la Cordillera Central People 3 idomas

Alerta roja en el Volcán Poás: Un mes de actividad volcánica sostenida en la Cordillera Central People 3 idomas

El 23 de abril de 2025, la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) declaró el estado de alerta roja para el Parque Nacional Volcán Poás, debido a un aumento sostenido en la actividad volcánica que se viene registrando desde inicios de año. Esta medida fue respaldada por informes técnicos del Comité Asesor Técnico en Vulcanología y Sismología, compuesto por el OVSICORI-UNA, la Red Sismológica Nacional (RSN) del ICE-UCR y el Laboratorio de Química de la Atmósfera de la UNA (LAQAT), en coordinación con el SINAC-MINAE.

Desde el 23 de marzo de 2025, los especialistas han observado una transición del volcán hacia una fase eruptiva más activa. Las erupciones han sido particularmente energéticas, alcanzando alturas de hasta 4.500 metros sobre el cráter. Estas explosiones han estado acompañadas de una intensa emisión de ceniza, gases volcánicos y proyecciones balísticas de material rocoso. Además, los sistemas de monitoreo han registrado actividad sísmica relevante, deformaciones del terreno y otros signos consistentes con un volcán en proceso eruptivo.

La CNE ha definido distintos niveles de alerta según la ubicación y el nivel de exposición al riesgo. Se declaró alerta roja exclusivamente para el Parque Nacional Volcán Poás, lo que implica una suspensión de actividades dentro del área protegida. A su vez, se emitió una alerta naranja para los cantones de Grecia y Sarchí, donde se ha reportado caída de ceniza y olor a gases volcánicos en zonas urbanas y rurales. Finalmente, se estableció alerta amarilla para los cantones de Alajuela, Poás, Naranjo, Río Cuarto y Zarcero, en los que se mantiene vigilancia activa ante la posibilidad de afectaciones indirectas.

Los efectos de la actividad volcánica se han manifestado en diversos frentes. En el interior del parque nacional, la acumulación de ceniza ha cubierto el mirador principal, la casa de visitantes y las terrazas ubicadas al norte y oeste del cráter. En sectores más alejados, se han recibido reportes sobre la presencia de olores a azufre y caída ligera de ceniza. También se han detectado daños en pastizales, cultivos y zonas de actividad ganadera en comunidades cercanas.

Uno de los riesgos más importantes señalados por los expertos es la posible generación de lahares, es decir, flujos de lodo volcánico cargado de ceniza, en caso de lluvias intensas en la cima del volcán. Se ha identificado una acumulación significativa de material volcánico hacia el oeste del cráter, principalmente en las nacientes de los ríos Desagüe, Anonos, Gorrión y Agrio. Estas condiciones podrían favorecer la movilización súbita de sedimentos hacia las partes bajas de las cuencas.

Ante este escenario, la CNE ha instruido a las autoridades locales y comités de emergencia a incrementar las medidas de vigilancia y seguridad. Se recomienda también mantener comunicación constante entre instituciones y comunidades, y utilizar únicamente fuentes oficiales para la obtención de información actualizada. Las poblaciones cercanas deben permanecer atentas a los reportes técnicos y evitar ingresar a zonas no autorizadas.

Este nuevo episodio del Volcán Poás confirma la naturaleza dinámica del sistema volcánico costarricense y la importancia de la gestión del riesgo en un país cuya geografía está moldeada por fuerzas geológicas activas. La actividad volcánica, si bien representa un riesgo para las comunidades y los ecosistemas, forma parte integral del entorno natural del país y requiere un monitoreo constante, así como una planificación adecuada en materia de protección civil y conservación ambiental.