En un esfuerzo por impulsar la movilidad eléctrica y facilitar el acceso a la infraestructura de carga, la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) anunció recientemente importantes cambios en su servicio de carga rápida para vehículos eléctricos. A partir del 31 de marzo de 2025, los usuarios podrán realizar pagos con tarjetas de crédito y débito, eliminando la necesidad de las tarjetas RFID específicas. Esta medida es el resultado de una alianza estratégica con el Banco de Costa Rica (BCR).
Acceso más sencillo para todos
Hasta ahora, el uso de los cargadores rápidos estaba condicionado a la obtención de una tarjeta RFID, lo cual representaba una barrera tanto para usuarios nacionales como extranjeros. Con este nuevo sistema, disponible en los 12 centros de carga rápida existentes en el área de concesión de la CNFL, se busca simplificar el acceso y promover la adopción de tecnologías limpias. Luis Fernando Andrés, gerente general de la CNFL, destacó que esta modernización contribuirá significativamente a reducir obstáculos para los usuarios.
Ampliación de la red de carga
Además de la simplificación en los métodos de pago, la CNFL ha anunciado la instalación de seis nuevos centros de carga rápida en el Valle Central a lo largo de este año. Esta expansión abarca desde Río Segundo, en Alajuela, hasta Ochomogo, en Cartago, cubriendo un total de 21 cantones de la Gran Área Metropolitana (GAM). Con esta mejora, la empresa pretende atender la creciente demanda de infraestructura que acompaña el aumento en el número de vehículos eléctricos en el país.
Impacto en el desarrollo sostenible
El parque vehicular eléctrico en Costa Rica ha experimentado un crecimiento notable, con 22,732 unidades registradas al cierre de 2024, según la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (Asomove). Esta cifra refleja el interés creciente por adoptar alternativas de transporte más sostenibles. Los centros de carga rápida, capaces de recargar el 80% de la batería en tan solo 20 minutos, ahora también ofrecen mayor facilidad de pago, con una tarifa de ¢137 por minuto más IVA.
Esfuerzos coordinados por un futuro limpio
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) también se suma a estos avances, con 38 centros de carga rápida operativos en diferentes regiones del país. Silvia Rojas, directora ejecutiva de Asomove, enfatizó que el acceso abierto al pago con tarjetas es un paso crucial para eliminar barreras en el uso de estas estaciones.
Con estas iniciativas, Costa Rica reafirma su compromiso con el desarrollo sostenible, facilitando la transición hacia una movilidad eléctrica más accesible para todos.