En la Avenida Central hay una fuente perpendicular a la Plaza de la Democracia. Creo que la buena mayoría de las personas que pasan por ahí todos los días ya no la notamos. A veces funciona, casi siempre no lo hace. En el centro de la fuente se erige un columna a la mitad de la columna 4 cabezas humanas que disparan chorros de agua de sus bocas a la fuente y coronándola hay un reloj que como la fuente misma a veces funciona y a veces no.
Si hay una fuente debe de haber una razón, debe de ser un recuerdo, un monumento, una memoria. No solamente un baño para las palomas y una húmeda silla para los cansados. Espero pronto poder contarles más sobre esta fuente.